El Gobernador de la provincia, Daniel Scioli, pasó por la localidad de la Tercera Sección Electoral para inaugurar el Comando de Patrullas Comunitarias (CPC) y entregar unidades móviles que reforzarán las tareas de prevención. Pero más importante que eso fue su tácita referencia no sólo a la marcha del 18F, que congregó a una multitud y contó con la participación de casi todos los candidatos opositores para las elecciones presidenciales, sino la conmoción general por la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Allí la máxima autoridad de la provincia instó a "tener la moral muy alta" en el actual contexto.
"Una muerte de un fiscal que nos ha conmovido a todos, una familia desgarrada en el dolor como hemos visto en el día de ayer, a su señora y a sus hijas, acompañamos ese sentimiento y también a la gente que la comprendemos y no la juzgo. De ninguna manera vamos a hacer ningún tipo de juicio de valor porque viva la libertad y la democracia, que sea movilizada de manera espontánea", agregó.
Así como reconoció el derecho ciudadano a la movilización, que tuvo su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires pero cubrió a las plazas más importantes del todo el país, también habló de oportunismo en el lado de la oposición, aunque sin dar nombres y eludiendo la confrontación directa con los protagonistas aludidos. "Pero también tenemos que desenmascarar a aquellos que han buscado alrededor de este caso sembrar desesperanza, por eso hoy quiero transmitirles más que nunca la fe que tengo en la provincia y en Argentina", puntualizó.
"Lo más importante siempre es seguir adelante, que un árbol no tape el bosque, tener la moral muy alta, frente a aquellos que quieren desmoralizarnos", siguió el Mandatario bonaerense durante el mediodía del día jueves, acompañado por el Intendente de Cañuelas y ex ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, y su par de La Matanza, Fernando Espinoza.
Scioli también consideró "importante que el Poder Judicial dé las respuestas a todos los interrogantes que están planteados" y que la política, en ese sentido, no "muestre su peor cara, su mezquindad, su egoísmo, pensando que cuando peor es mejor, subestimando al pueblo argentino que ha madurado, que ha crecido y que quiere cuidar el trabajo, estos logros y poder seguir avanzando" más allá de 2015, cuando termine el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
El ex Vicepresidente tiene la difícil tarea de hacer equilibrio entre las políticas del oficialismo nacional, cuyo movimiento acompañó desde el principio, y no cargarse en contra a los electores anti k. Un trabajo que, históricamente, cumplió casi a la perfección pero resulta más complicado en un escenario como este, donde la muerte de Nisman indudablemente golpeó a la Casa Rosada.
"Hoy se han puesto en evidencia los contrastes, con esta clara especulación y la intención de capitalizar esta situación, pero la gente va madurando y lo va viendo", completó.
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